lunes, 8 de marzo de 2010

Vivir en la Realidad para Ser Feliz

El comentario siguiente va dirigido a todas aquellas personas que saben leer, que gustan de la lectura y tienen ganas de conocer diferentes opiniones, y puntos de vista, personas que sean realistas y de mente abierta. En este escrito, relaciono las ideas expresadas en el libro Vivir en la realidad para ser feliz con frases célebres de personas íntimamente ligadas a la religión y a la iglesia católica.


El autor del libro que voy a presentar, Monseñor Francisco Ugarte Corcuera, es sacerdote y vicario de la prelatura del Opus Dei, su libro es titulado “Vivir en la realidad para ser feliz,” en mi opinión es un libro fácil de comprender, abarcando temas como la Antropología Filosófica y Antropología Teológica, relaciona el área divina y el área científica para explicar cómo se llega a la felicidad.
Monseñor Ugarte menciona tres corrientes que pueden describir la conducta del ser humano: relativista, dogmática y realista.

El relativismo se da cuando una persona toma una postura sólo porque le parece y por eso el fundamento de la verdad está en el sujeto; para él, la verdad es particular, relativa y mutable, ésta carece de compromisos profundos que den sentido a la vida, por ende conduce al hombre a su autodestrucción. Se identifica por una actitud negativa hacia las cosas y favorece el egoísmo que da paso a la mediocridad, así como ausencia de ideales.
El dogmatismo se manifiesta en la creencia del predominio de la razón sobre la realidad, es inflexible y rígido, impone sus ideas y como consecuencia es difícil mantener un diálogo, no es recomendable laborar en equipo, es idealista y no fundamenta sus ideas, no ofrece soluciones eficaces; en pocas palabras en una persona cerrada, cuadrada y difícil de cambiar su forma de ser y discrimina a quien no piensa como él.
El realismo es tal vez la mejor de las corrientes, un poco utópica a mi parecer, la persona realista se identifica por pensar que la verdad está en las cosas antes que en el sujeto que las conoce, afirma que la verdad es permanente, universal y objetiva, tiene ganas de superarse, para él la vida tiene un sentido, es el camino idóneo para llegar a la felicidad, su actitud es positiva, el amor es la fuerza que lo impulsa a seguir adelante, tiene hambre de conocimientos para enriquecer no sólo a sí mismo sino a los demás; a comparación de los anteriores, la persona realista promueve el diálogo en actitud de apertura, sus argumentos son bastante razonables al hablar; la sencillez es algo por lo que se distingue y trata de conocer ampliamente a las personas, algo muy importante en la actualidad son los valores, y la ética que la persona contenga, la persona realista respeta a los demás, valora sus comentarios y aportaciones aunque esté en desacuerdo con ello; aprende de sus errores.



La religión guarda una estrecha relación con lo antes mencionado, por ejemplo una persona relativista es materialista; cuando el hombre se apega a los bienes materiales, terrenales, y al espacio entonces pierde su sentido de trascendencia, el hombre ha sido llamado para trascender, es decir para encontrarse con Dios. En el argot religioso existe una escritura que dice:”Señor, que los bienes materiales y terrenos no me hagan perder los bienes eternos”
El hombre mediocre, es decir, subjetivista tiene miedo de afrontar la realidad, la evita a toda costa, no tiene ganas de sobresalir; como el miedo a la muerte que no es más que el paso para encontrarse con aquel que es trascendente, es decir, con Dios y porque no queremos dejar el mundo, somos una sociedad materialista, en la que queremos llevarnos hasta la televisión, o sino ¿cómo es que vamos a ver las novelas de televisa? Llenas de tanta creatividad y cultura que nos hacen ser cada día un pueblo menos ignorante, nótese la forma sarcástica de decirlo.
San Pablo dice: “¡Uds. están en el mundo, pero no son del mundo!, ahí es cuando nos apegamos consciente e inconscientemente a los bienes terrenales y buscamos el fin último en ellos que son sólo relativos, en conclusión el poder de tener es sólo relativo. Popularmente se dice: ¡La vida es para disfrutarse, aquí nos encontramos de pasada…se va en un suspiro!

En la actualidad el hombre se encuentra en una crisis porque con cosas relativas es feliz y resulta difícil llevarlo a una realidad del tener al no tener, y que, al final conllevan a la persona a vivir depresiones y pensar que la vida no tiene sentido, porque todo lo que piensa una persona relativista (en la extensión de la palabra) está sustentado en el poder y en el tener, y el hombre también, aún sabiendo que éste es un ser relativo que hoy está presente y mañana tal vez no; sigue mostrando esa actitud de egoísmo, de falsedad, de negatividad y cuando hablamos de egoísmo, el hombre no actúa para beneficio del otro, sino para sí mismo, ve inferiores a los otros, a los demás, se cree superior a todos.

Una persona llena de sencillez, humildad, dichosa, es decir, que se siente feliz por recibir una satisfacción a causa de su esfuerzo, y que no busca la alabanza es un ejemplo de persona realista. Esta persona se caracteriza además por ser auténtico, original, inigualable, con ganas de salir adelante, de que su éxito se deba enteramente a su esfuerzo y su trabajo sin valerse de desgracia ajena.

-Ay de ustedes, los que han dejado de hacer lo que tienen que hacer-
Esto lo dice Jesús no como condena sino como deber


La madre Teresa de Calcutta decía que el peor pecado del hombre actual es la indiferencia que a su vez da lugar a otros males como la soberbia y la prepotencia.
Aunque el pensamiento del hombre se vea reflejado en una visión negativa de la realidad y de las cosas, aunque se esté pobre, enfermo y se sufra, Dios nos llama dichosos, ya que de ellos es el reino de los Cielos ¿Cómo es que se puede entender ante las realidades más difíciles que Dios llame dichosos a quien no parezca que lo son?
El hombre no ve por el desvalido, ni por el otro, son cuestiones que no le interesan; y que acrecientan su egoísmo.

Éste libro me ha servido de inspiración para salir adelante, encuentro motivante el hecho de que mis padres, de igual manera que al autor, me han inculcado el estudio, el trabajo y la cultura, o por lo menos alejarme lo más lejos posible de la ignorancia, y si tuviera la oportunidad de escribir un libro, no dudaría en dedicárselo a ellos.
Quisera saber que les parece mi artículo, ojalá puedan comentar o sugerir. Gracias
McPad